La cantautora nicaragüense Rebecka Aldana se prepara para una de las noches más importantes de su carrera: este 9 de octubre en Cent’Anni , ...

Rebecka Aldana: de Nicaragua a México, una voz latina que florece en Cent’Anni


La cantautora nicaragüense Rebecka Aldana se prepara para una de las noches más importantes de su carrera: este 9 de octubre en Cent’Anni , Ciudad de México, ofrecerá un concierto íntimo que marcará oficialmente su primera gran presentación en el país. Con una propuesta que combina sonidos latinos, historias personales y un profundo amor por la música, Aldana se consolida como una de las voces emergentes a seguir en la escena.


Un debut especial en México

Aunque ya había tenido un par de presentaciones pequeñas, la artista reconoce que el escenario de Cent’Anni representa un paso significativo. “Ahí se presentan músicos con gran trayectoria, y creo que será una experiencia muy especial”, cuenta emocionada. Su propuesta une la tradición de la canción de autor con géneros como la cumbia, el funk y los ritmos caribeños, logrando un estilo fresco que refleja tanto sus raíces nicaragüenses como su nueva etapa en México.


En este concierto no solo compartirá sus composiciones más íntimas, sino que también convocará a la comunidad centroamericana en México para reunirse en torno a la música: “Queremos que vengan amigos de Costa Rica, Honduras y, por supuesto, Nicaragua, para celebrar juntos”.


La huella de Nicaragua en su música

Rebecka Aldana creció rodeada de referentes musicales. Nicaragua, aunque pequeño en población, ha dado figuras influyentes en la música latinoamericana. “Siempre admiré a Hernaldo Zúñiga por su forma de escribir, o a Luis Enrique, el salsero que abrió camino a nivel internacional. También tenemos íconos como Carlos Mejía Godoy o el dúo Guardabarranco”, recuerda.


Sin embargo, reconoce que la música mexicana ha tenido un peso enorme en la identidad cultural de su país. “Crecemos escuchando a José Alfredo Jiménez, Juan Gabriel o Natalia Lafourcade en la radio. Es común que en los conciertos de Nicaragua siempre haya repertorio mexicano; es parte de nuestra formación musical”.


De intérprete a cantautora

Su recorrido artístico ha sido amplio y diverso. Hace dos décadas comenzó interpretando música tradicional nicaragüense. Más tarde, integró un colectivo femenino que exploraba géneros tan distintos como salsa, bachata, reguetón o regional mexicano. Esa etapa le dio tablas en el escenario, pero no era suficiente.


“Hace cinco años decidí iniciar mi camino como solista y componer mis propias canciones. No quería ser solo intérprete: tenía un mensaje que compartir sobre la vida en los barrios humildes, los valores familiares, el amor. Con el tiempo fui puliendo mi estilo y experimentando con sonidos como el funk. Hoy mi propuesta es una fusión que refleja mi evolución personal”.


Un proceso creativo sin prisas

Cuando se le pregunta sobre su método de composición, Rebecka Aldana responde con una sonrisa: “Soy de las que atrapan ideas al vuelo”. Sus canciones nacen de lo cotidiano, de momentos aparentemente simples. Un ejemplo lo encontró recientemente en la semilla de un durazno: “Me parecía un planeta, y de ahí surgió una canción sobre sembrar en tierra nueva, como mi llegada a México”.


Rebecka Aldana no se obsesiona con producir canciones en serie. Prefiere trabajar con calma y autenticidad: “Mi lema es sin prisa, pero sin pausa. No me comparo con quienes lanzan un tema cada semana. Sigo mi propio ritmo”.


México como nueva casa

Hace cinco meses tomó una decisión trascendental: mudarse a Querétaro junto a su pareja, sus perritos y gatitos. “No vinimos de paseo, trajimos toda nuestra vida. Extrañas a tu familia y amigos, pero desde el primer día sentimos la calidez de los mexicanos. Nos tendieron la mano, nos invitaron a tocar y nos apoyaron muchísimo. Esa solidaridad fue como una camita de cariño”.


La artista reconoce que México ofrece un ecosistema vibrante para los músicos emergentes y que es el lugar ideal para proyectar su carrera a nivel regional.


Sueños de colaboración y legado familiar

Más allá de alianzas con grandes figuras, su colaboración soñada sería con alguien cercano: su padre. “Él no es cantante profesional, pero fue mariachi en Nicaragua y me enseñó desde niña las voces y armonías. Grabar un bolero o un tema de Los Panchos con él sería un recuerdo invaluable, como poner un pin en mi vida”.


Ese lazo familiar se refleja también en sus canciones. De todo su repertorio, destaca Hoy voy por algo mío, la primera que compuso como cantautora y que en Nicaragua se convirtió en himno de campañas de empoderamiento femenino. “Habla de tomar decisiones por uno mismo, dejar de vivir para agradar a otros. Resume perfectamente quién soy”.


Mirando al pasado y al futuro

Al pensar en su versión adolescente, Rebecka Aldana sonríe con nostalgia: “Sé que a mi yo de 15 años le encantaría mi música actual”. Recientemente escribió un tema sobre su infancia en las calles de su barrio, los vecinos, la escuela y los recuerdos que marcan una vida.


Ese ejercicio de memoria se combina con una visión clara hacia adelante. Aunque se describe como una persona tímida que nunca cantaba en la escuela, a los 21 años descubrió el poder del escenario y entendió que la música podía ser su profesión. “Desde entonces lo tomo en serio: es mi oficio, mi trabajo y también mi mayor pasión”.


Una cita imperdible

La cita está marcada: miércoles 9 de octubre, 8:00 pm, en Cent’Anni (Julio Verne 38, Polanco, CDMX). Será un show íntimo con músicos invitados y un repertorio que viajará desde Nicaragua hasta México, pasando por sonidos caribeños y latinoamericanos.


Con la calidez de su voz y la fuerza de su historia, Rebecka Aldana invita al público a acompañarla en este inicio de etapa: “Será un concierto lleno de colores, emociones y mucha música. ¡Los espero con todo el corazón!”.

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