EGO, el nuevo álbum de El Verbo Odiado, revela su etapa más cruda y emocional. Jorge habla del proceso, el ego y la gira. Entrevista — EGO, ...

EGO: El nuevo álbum de El Verbo Odiado

EGO, el nuevo álbum de El Verbo Odiado, revela su etapa más cruda y emocional. Jorge habla del proceso, el ego y la gira.



Entrevista — EGO, el nuevo álbum de El Verbo Odiado


El nuevo álbum EGO de El Verbo Odiado llegó el 7 de noviembre como una descarga emocional que sacude desde la primera escucha. Presentado con dos noches consecutivas de lleno total en la sala Cadavra de Madrid, el disco confirma la madurez creativa de la banda y su capacidad para convertir el dolor en una experiencia colectiva. Con diez canciones construidas desde lo más profundo de sus procesos personales, EGO —acrónimo de El Gran Odio— se posiciona como su obra más intensa hasta el momento. Hablamos con Jorge, vocalista y principal letrista, para entender cómo nació este proyecto, qué significa cantarlo en vivo y cuál es la herida que late detrás de cada verso.


El significado detrás de EGO

E: Jorge, ¿cómo viviste el lanzamiento de EGO? Ya pasaron unos días desde ese 7 de noviembre.
J: Muy contentos. Lo sacamos oficialmente ese día y lo presentamos en Madrid con dos noches consecutivas a sala llena en Cadavra. EGO es nuestro cuarto álbum, y aunque algunos dicen que es el más ambicioso, yo diría que es con el que más satisfechos nos sentimos en mucho tiempo.

E: El título del álbum tiene doble significado. ¿Lo buscaron desde el inicio o fue casualidad?
J: Fue casual. Cuando ya teníamos unas cuantas canciones, apareció la frase El Gran Odio y le dio sentido a todo. Luego vimos las iniciales: E-G-O. Nos gustó la doble lectura. Fue como un hallazgo natural que cerró el concepto del disco.


El dolor como materia prima

E: Este es un disco crudo, emocional. ¿Cómo es cantarlo?
J: Muy intenso. La creación fue dura por cuestiones personales, y creo que eso se nota. Nuestro público conecta porque hay verdad en lo que hacemos. Una amiga me dijo una vez: “Me hacéis sentir angustia.” (Ríe). No lo buscamos, pero es lo que sale.

E: ¿Y cómo reaccionó la gente en estas primeras presentaciones?
J: Increíble. Estamos tocando el disco completo al inicio del show, y aunque llevaba un día publicado, la gente ya conocía todas las canciones. Sacamos cinco singles antes, pero las otras cinco funcionaron igual de bien. El Gran Odio quizá destacó un poco más, pero en general hubo una recepción preciosa.


La canción más difícil de interpretar

E: De las diez canciones de EGO, ¿cuál fue la más complicada emocionalmente?
J: Para mí, todas. Pero a nivel colectivo… El Verbo Odiado. Es curioso que sea la que lleva nuestro nombre. Tiene los 20 segundos más intensos de toda nuestra carrera. Cada vez que la tocamos es un viaje.


La gira y lo que viene para la banda

E: ¿Qué planes tienen para presentar el disco ciudad por ciudad?
J: Queremos ir a cualquier sitio donde podamos tocar. Disfrutamos el escenario. Estamos preparando una gira por todo el país para 2026 y ojalá entrar a algunos festivales. La idea es llevar el disco donde podamos.


El ego como reflejo y como herida

E: En tus letras hablas del ego desde dos lados: como defensa y como algo autodestructivo. ¿Cómo conviven en este disco?
J: El ego como sostén… no lo conozco. Envidio a quien sí lo tenga. Lo que sí sé es que están los dos egos: el que nos permite subir al escenario y enfrentarnos al público, y el oscuro, que permitió que este disco existiera. Pero al final hay una salida: el último tema, Un río nuevo, está ahí por eso.


EGO como catarsis creativa

E: ¿Qué emociones te ayudó a procesar este disco?
J: Para mí, la música es terapia. Siempre digo, medio en broma, que las canciones no las escribo, las vomito. Tenía que sacarlo. Pero es curioso: yo no compongo en mis peores momentos. Cuando estoy muy abajo, ni siquiera puedo coger la guitarra. Necesito un mínimo de estabilidad para mirar hacia el otro lado.


La escritura como acompañamiento

E: ¿Has hecho cosas “por la anécdota” solo para escribir una canción después?
J: Nunca. Pero sí me pregunto seguido si seré capaz de escribir otra canción. Y Jorge, el guitarrista, siempre me dice: “Siempre dices lo mismo y ya llevamos cuatro discos.” La vida pasa, y cuando hay algo que decir, aparece.

E: ¿Y cómo ha cambiado el proceso de mostrarles canciones personales a tus compañeros después de tantos años?
J: Antes era más mágico. Ahora es muy natural. Nos conocemos bien, sabemos en qué momento vital está cada uno. Cuando una canción es buena, se nota. Cuando no, también. Pero todo se da desde la confianza, no desde el juicio.


Las canciones gancho del disco

E: Si tuvieras que elegir dos canciones gancho…
J: De los singles, cualquiera de los cinco. Pero remarcaría El Verbo Odiado, porque tiene un in crescendo final muy fuerte y probablemente el texto más intenso que hemos escrito. Cada día escala un peldaño más para nosotros.


Un disco sin colaboraciones posibles

E: Si alguien cercano —no músico— pudiera cantar una de estas canciones, ¿quién sería?
J: En este disco no veía cabida para colaboraciones. Se intentaron, se valoraron, pero estas canciones son demasiado personales. Me habría costado escuchar estas historias en otra voz.


Hacia dónde mira El Verbo Odiado

EGO no solo es un álbum: es un retrato emocional de una etapa compleja y luminosa a la vez. Mientras la banda prepara su gira para 2026 y consolida su identidad sonora, lo que queda claro es que El Verbo Odiado no teme mirar al dolor a los ojos para convertirlo en música. Jorge lo resume así: si te gusta la intensidad, el noise y las guitarras que abrigan tanto como desgarran, este disco es para ti. Y lo que viene, promete ir aún más lejos.


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